Cuando las cosas estaban enteras nos sentíamos seguros de que nuestras
palabras podían expresarlas.
Pero poco a poco estas cosas se han perdido,
se han hecho pedazos, han caído en el caos. Y sin embargo nuestras
palabras siguen siendo las mismas. No se han adaptado a la nueva
realidad. De ahí que cada vez que intentamos hablar de lo que vemos,
hablemos falsamente, distorsionando la cosa misma que tratamos de
representar. Esto ha hecho que todo sea confusión y desorden.
Paul Auster, "Ciudad de Cristal", de "La Trilogía de Nueva York".
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