El hielo está en todas partes, amigos. Es así que en los últimos días hemos podido ver a funcionarios del gobierno argentino pegando más de un resbalón. Más aún, algunos de ellos han dejado su cargo, lo que es siempre visto como una actitud positiva por el conjunto de la sociedad (aunque no entendemos muy bien por qué). De todos modos, ante la avalancha de airados reclamos y comentarios malintencionados respecto de la situación de otros funcionarios como el vicepresidente Julio Cobos, el ministro de planificación Julio De Vido y el secretario de comercio interior Guillermo Moreno, nos vemos en la obligación de aclarar que, en ámbitos reservados de la arena política (fernecito de por medio, suponemos) se comenta que las renuncias siguen; efectivamente, estos muchachos han renunciado a renunciar.
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